GIS4tech, una empresa nacida en el seno de la UGR, ha confeccionado cartografías que emplean los equipos de Acción Contra el Hambre que trabajan en Guatemala.
El contador de fallecidos no deja de sumar, mientras las cenizas siguen adquiriendo altura. Durante la redacción de este texto, las agencias de noticias hablan de más de un centenar de muertos, cerca de 200 desaparecidos y columnas de humo que superan los cinco mil metros de altura. El Volcán de Fuego rugió el pasado 3 de junio a apenas 50 kilómetros de la capital de Guatemala, y su lava, a más de 700 grados centígrados, ha arrasado ya cinco aldeas. Son los efectos más inmediatos de la erupción. Pero luego llegarán las inundaciones, los desprendimientos y otros fenómenos colaterales. Una empresa granadina, GIS4Tech, ha sido la encargada de confeccionar los mapas con los que se coordinan los equipos de Acción Contra el Hambre que trabajan en Centroamérica.
No es la primera vez que esta empresa colabora con la ONG en proyectos en esta región. La ‘spin-off’ de la Universidad de Granada –en la que trabajan desde finales de 2016 sus cinco socios fundadores, todos ellos vinculados con la institución académica– elaboró una cartografía para estudiar la relación entre el aislamiento de las comunidades rurales y la desnutrición aguda infantil. « Nos conocían, sabían de nuestro trabajo y ante la emergencia surgió la posibilidad de que elaborásemos cartografías al uso y de riesgos de flujos volcánicos», explica Jorge Hernández, uno de los fundadores.
Los diseños de GIS4Tech cumplen una doble función tras la catástrofe. Por un lado, han plasmado sobre el papel los efectos que ha producido la erupción del Volcán de Fuego –a simple vista se aprecia la zona por la que ha fluido la lava, o las áreas en las que vuela la ceniza–, señalando las zonas construidas, las escuelas o las carreteras.
En otro mapa –a simple vista más completo, el que ilustra esta página– anticipan esos ‘efectos secundarios’. Por ejemplo, las zonas propensas a sufrir lahares: a grandes rasgos, corrientes de agua, piedra y cenizas, entre otros materiales, que se deslizan por las laderas del volcán. Su virulencia es, en ocasiones, más dañina incluso que la propia lava durante la erupción. El color rosa del mapa, en el perímetro alrededor del cráter, advierte del riesgo de desprendimientos.
Para todo ello han utilizado imágenes satélite, combinadas con la información obtenida de los sistemas nacionales de Guatemala o modelos digitales del terreno elaborados por la NASA, entre otros datos.
A efectos prácticos, la cartografía de los granadinos sirve, por ejemplo, para saber dónde ubicar los albergues. Para que el personal allí desplazado –no sólo de Acción contra el Hambre, también para otras oenegés o efectivos de la ONU– sepa qué poblaciones requerirán evacuación ante nuevos movimientos sísmicos.
En definitiva, cuenta Jorge Hernández, con los diseños granadinos se facilita la coordinación entre las distintas organizaciones, tanto a nivel interno como con las distintas embajadas, de tal forma que puedan «dar una respuesta lo más rápido posible.
La información de esta noticia ha sido obtenida del diario Ideal
Correo electrónico: info@gis4tech.com